martes, 31 de marzo de 2015

La clemencia de Escipión

Durante la Segunda Guerra Púnica, en el año 209 a.C., el general romano Escipión el Africano (Publio Cornelio Escipión Africano Mayor, Roma, 20 de junio de 236 a. C. - Liternum, Campania, 3 de diciembre de 183 a. C.) toma la ciudad de Qart Hadasht (actual Cartagena), capital de los dominios Cartagineses en Hispania.


Durante el reparto de premios entre los vencedores, que incluyó una insólita doble concesión de la corona mural,distinción en forma de corona de oro que se daba al soldado que escalaba primero el muro y colocaba el estandarte en una ciudad invadida, unos soldados romanos presentan ante Escipión, como botín de guerra, a una joven de excepcional belleza.

Esta joven, era una princesa nativa, prometida de Alucio, príncipe celtíbero de una tribu de los alrededores de Qart Hadasht, ya se hallaba como rehen de los cartaginenes para mantener la fidelidad de su tribu, paso a ser ahora propiedad de Escipion el Africano, el cual pide un rescate por ella. Alucio se presento ante el general romano Escipion con un inmenso tesoro para pagar el rescate, pero este, al ver el dolor de los amantes, y lo profundamente enamorados que estaban, se apiadó de ellos, liberó a la princesa y donó el rescate como dotes para las nupcias.


Alucio, agradecido por el gesto, puso a disposición del general romano su ejército, una tropa de 1.400 jinetes y le regaló un broquel, escudo labrado en plata.



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