miércoles, 14 de octubre de 2015

EL PASO HONROSO

En el año 1434, un caballero leonés, Suero de Quiñones (León, 1409— Barcial de la Loma, 11 de julio de 1456), noble leonés y señor de Navia, hijo Diego Fernández de Quiñones, merino mayor de Asturias, pidio permiso al rey Juan II de Castilla para llevar a cabo un torneo en que tendrían que participar a la fuerza todos los caballeros que quisieran pasar por el puente de Hospital de Órbigo, situado en León, en la ruta del Camino de Santiago. Si se negaban a participar, debían depositar un guante en señal de cobardía y atravesar el río vadeándolo.




El motivo para proponer las justas del puente era iniciar una peregrinación a Santiago después de haber vencido a todos los caballeros que se presentasen en dicho puente y tras haber roto 300 lanzas, a razón de tres por caballero. Don Suero llevaba colgada al cuello una argolla metálica y una cinta azul, como prueba de amor hacia Doña Leonor de Tovar, su dama.

El rey concedió permiso para la justa y ofreció toda clase de facilidades para la misma. Fueron invitados los mejores caballeros del reino a que pasasen por el camino de Hospital de Órbigo.




El torneo comenzó el 10 de julio de 1434 y terminó el 9 de agosto del mismo año, día en que don Suero fue herido.

Las crónicas cuentan que sólo hubo una muerte durante toda la justa, la del caballero catalán llamado Asbert de Claramunt, que recibió una letal lanzada en la cabeza.

Cuando terminó el torneo, Don Suero peregrina a Santiago a cumplir con la promesa hecha. Depositó allí la argolla y la cinta azul que simbolizaba su amor por la dama y en la que estaba escrita una leyenda que lo atestiguaba:

"Si no os place corresponderme, en verdad que no hay dicha para mí"





Esta historia quedaría reflejada en el "Libro del passo honroso", considerado el episodio caballeresco más importante de la Edad Media española. El notario real Pedro Rodríguez de Lena dejaría una crónica por escrito del evento.


Suero de Quiñones casó con Doña Leonor de Tovar, y falleció en Barcial de la Loma en 1456, según las crónicas "asesinado por los
peones de Gutierre de Quijada con quien traía bandos".







     Tumba de Suero de Quiñones